Voy yendo a contraluz, desperdiciando mi alma a destiempo. Siempre cargué esta cruz. Desesperando en la alegría, oscureciendo fantasías, torciendo mi destino siempre a contraluz.
Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.
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