Las cosas son simples: o estás conmigo o te vas. ¡No! Yo no voy a morirme por perderte, unas cuantas botellas y ya te olvidé. Y no voy a morirme por tu amor, un par de cervezas y se acabó. Siempre creí que estábamos bien, pero ahora veo que No te pudiste aguantar, porque sos muy forro y no te pudiste aguantar. Casi vendo mi alma al diablo para darte el mundo entero y ahora todo ya se ha terminado ¡Qué pena, nene! Aún te quiero. Aún te quiero.
Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.