"¿Qué adelantas sabiendo mi nombre?
Cada noche tengo uno distinto, y siguiendo la voz del instinto me lanzo a buscar...algo más, un amante discreto que se atreva a perderme el respeto ¿no quieres probar?
Vivo justo detrás de la esquina, no me acuerdo si tengo marido y si me quitas con arte el vestido, te invito un champagne...
En mi casa no hay nada prohibido, pero no vayas a enamorarte, con el alba tendrás que marcharte para no volver...
Olvidando que me has conocido y que una vez estuviste en mi cama..."
.
Hay caprichos de amor que una dama no debe tener.